Troquelado quedó el corazón
y sobre él, pecho y medalla
que reposan en mis sueños,
pesadillas, me desvelo asustado
pesadillas, me desvelo asustado
y otro día más me lleno
de cobardía...
de cobardía...
Cobardía por no querer
estar presente...
Cobardía por sentirme ciego
y no querer verte...
cobardía a sentirme de nuevo
más cobarde y sigo en la boira
perdido sin querer encontrarme...
Tú, algún día aparecerás y yo...
Seguiré siendo cada vez más viejo
y cobarde.
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