martes, 29 de diciembre de 2015

Noche, entra en mi cama.

Eres la noche, soy luna, tuna,
estrellas que penden en tu oreja
campos en tus ojos de aceitunas
fruto de dos almas desarmadas
 que tiznan verbos entre sábanas
esculpiendo  palabras con sentios
 en el hueco de tu ombligo
 en la certeza de una lagrima
que me empuja en tu ausencia
a un hueco de silencio 
entre minutos malditos.

Quiero que me lleve la noche
sentir que vivo y muero al mismo tiempo
mientras el aire agita las ramas
mientras las hojas como recuerdos se apartan.

Llévame este noche que mañana... 
Mañana regresare de vuelta al alba
para que no fallezca la inquietud
de seguir amándote sin empacho todas las noches
 para que ni una sola
se nos repita como una mala indigestión 
el secreto sencillamente es triplicar
la tasa de amor en el sexo
 sin saltarse las leyes del amor.

Noche incandescente entra en mi cama.