sábado, 23 de enero de 2016

Cartagena.

Cuando veas el mediterráneo
besando al mar menor
acércate a la cala 
donde desvanece el sol 
y se aceleran los latidos.

Que grandes son tus calles
que extensos tus aromas
que anchos son los amores
cuando no estas en la tierra.

Cartagena.











No rompas las palabras.

Si rompes las palabras
ya no sonarán igual.

Es impulso, es la fuerza.
Es dejarse llevar.
Es sentir es crear,
es medir sin exagerar.

Es prescindir del tiempo
sea cual sea el lugar.

Te has parado a vivir,
a consumir cada instante
sincronizando los latidos
 en el aire, palpando la esencia.

No rompas las palabras
no roces solamente la belleza
que colindan de cuerpo a cuerpo
sin dar importancia a lo que rodea .

Desde la orilla hacia la cima 
desde la profundidad hacia el vacío 
desde el silencio hacia el eco
piérdete locamente
 sin pender en un hilo.

 Porqué una vida sin locuras
no son acordes de guitarra.

Compongamos una canción
donde no se rompan las palabras.



jueves, 21 de enero de 2016

Se marchitan las rosas negras.

Me traspasa un hierro ardiente
las noticias traen con rencor la muerte
marchitan las rosas negras
 un beso frío se suicida 
mientras mis manos
 en silencio se engarrotan.

Me traspasa un hierro candente
 la tierra se abre quisiera comerme
no puede y ella lo sabe, no quiero 
la resisto como si fuese muralla
y si caigo, que no lloren
que no repliquen campanas
que no se hablen por las esquinas
que me canten, que le canten
 que el polvo se lo llevará el aire
sin marchitar los versos, los gestos
que siempre fueron perseguidos.

Molino no sigas moliendo la vida
y muele el trigo pa tí las semillas
deja que corra el agua, cristalina,
pura, limpia, sin lagrimas, libre.
Sin barrotes que separen 
los adjetivos en el tiempo
hiriendo los verbos
que colindan muy cerca mía
con un hierro al rojo vivo
que marca la raza mía.

No le temo a mi muerte padre
pero si le temo a la muerte tuya.







lunes, 11 de enero de 2016

Se me cae el alma al suelo.

Se me cae el alma al suelo
y me siento con ellas
les sigo como las hojas
siguen al viento 
le explico como la quiero
poniendo su mano en mi pecho
que sus rizos son espirales
que dan nacimiento al alba
que una estrella la mira
y las espigas en el campo danzan
ella casi no comprende
pero su sonrisa parece entender
que cada día es la protagonista 
de un cuento sin final, sin llanto.

Ella siente que yo hablo con los pájaros,
que le respondo a su osito. Bajo el naranjo
me dice abuelo nos ponemos quicos.
Se me cae el alma al suelo
cuando juega conmigo.
Ella es el verso que no odia.
Ella es el verbo puro
la palabra perfecta 
es suspiro que desboca este latido.

La morena chiquita que siempre me vence.
La que me reclama como si fuese su héroe.
La que me mira con carita de pena 
cuando algo quiere, ella es brillante, luminosa
la que me hace repetir su nombre
en otro nuevo cuento, ella es la princesa Zahira.

Es hora de dormir mi niña, sueña 
recuerda bien el sueño que mañana 
escribimos otro cuento dijo el abuelito.

shhhhh Duerme, sueña y de nada tengas miedo.